27/4/08

Para conocer: Mark Farina


Hablar del Señor Mark Farina, es toda una responsabilidad, por eso ésta última semana ha sido una semana de información acerca del house chicago, acerca de la historia misma de la música electrónica tal como la conocemos hoy en día. Sin embargo, en una última bio, leo house San Francisco, y ya está, es suficiente para mi, quiero escribir, quiero rendir homenajes, antes de seguir estudiando.
Hablar de Mark Farina entonces, es remontarse a los Estados Unidos, en la década de los ochenta.
La música disco está en decadencia, la segregación racial y sexual aumentan esa tendencia, ése odio a las discotecas donde los negros y los homoexuales también se divertían, a tal punto que en un estadio de besiball, se hace una gran quema de discos, de vinilos.
La musica de las discotecas toma otra dimensión, mezclandose con otros elementos, música gospel, jazz, muchos estilos comienzan lentamente a combinarse, y se les suma la tecnología, el peor imitador de guitarra de la historia, acompañado de la caja de ritmos de roland se convierten en dos elementos, hermanos del vinilo. Los dj se vuelven productores, y figuras como Frankie Knuckles son los que hacen ésto posible. El Warehouse de chicago, considerado la cuna del house, años más tarde se suma La Hacienda, y la bola no se detiene. Paul Oakenfold viaja a Ibiza, conoce la música de la isla, y en Europa, el tecno alemán hace estragos. Europa vive la música post Kraftwerk, que dejó huellas en norteamérica, tan así que en Detroit un jóven dj negro y su amigo componen en su departamente "Strings of Life", y otro estilo a renacido, el techno detroit.
Ahora bien, ¿donde encaja Farina en todo esto? Mark en 1988 tenía un hobbie, y compraba sus imports, de ésa forma en una disquería conoce a Derrick Carter, y se paran en el punto medio entre el House de chicago, y tecno de detroit.
Mushroom Jazz, Air Farina, Live in Tokio...
Farina se transformó en un simbolo. Su música, es una mezcla constante de percusiones típicas del house, bajos funkyes, vocales, mucho de ciencia ficción en todo lo que hace, y en cada tema, las ganas de bailar y bailar.
"It seems my teletransportation coordenades were acured" así comienza el fabric 40. un disco que me partió la cabeza, no se puede empezar así un disco! com un tipo va a decir eso, y dar la sensación de que cayó en la más perfecta fiesta. Es demasiado, no lo puedo creeo y por eso me escucho la primer parte de ése disco, porque es increible. Así de ésa manera, aprendo a escuchar un estilo que no me terminaba de gustar del todo, pero como siempre pasa, siempre hay alguien que lo maneja muy, pero muy bien. A hacer los deberes y aprender entonces.


The sunrising (Farina´s deep house mix)
The Beloved


3/4/08

Leído por ahí: Hasta siempre Gotan Project. Paul Medrano


Hasta siempre Gotan Project. Paul Medrano

Para quien la música electrónica no representa gran cosa, puede abandonar este texto ahora mismo. Vive y vivirá engañado por los siglos de los siglos.

Mientras el mundo sigue girando en torno a la música basura y los artistas clonados que resultan ser malas copias fotostáticas, en algunos confines del mundo continúan surgiendo proyectos alternativos que a final de cuentas, son los que siguen perpetuando el objetivo de la música: otorgar placer al alma.

Resulta gratificante saber que hay hombres preocupados porque su música vaya más allá que una simple pista de baile. Que se fusione estupendamente con la literatura, la política, las tradiciones y conciban una obra estéticamente hermosa.

Una agrupación llamada Gotan Project es hoy para el tango, lo que Flogging Molly es para el punk, o lo que Apocalíptica es para el metal: proyectos que nos recuerdan que el arte de la música no está muerto.

Gotan Project son tres hombres: Philippe Cohen Solal (Francia), Christoph H. Müller (Suiza) y Eduardo Makaroff (Argentina).

Se justifican las sospechas sobre su origen, puesto que ni es una banda completamente argentina, ni tampoco puede explicarse su intención desde una perspectiva puramente europea.

Se conocieron en París, y creyeron que su interés por la música justificaba un trabajo más o menos constante. Sin muchas expectativas, en 2000 publicaron mil copias de su primer single. Su combinación de tango, jazz y electrónica los catapultó hasta alturas insospechadas, obligando al trío a profesionalizarse de manera urgente y organizar al poco tiempo una gira por distintos confines del mundo. En el tercer planeta casi no quedan melómanos que no los conozcan. Su disco La revancha del tango (2001) se acerca al millón de copias de venta.

La Revancha del Tango, un material no apto para los fundamentalistas de este género argentino, quienes seguramente al escuchar una base sintética acompañando a un bandoneón, un violín, una guitarra y un piano, querrán hacer pedazos el álbum, argumentando lo de siempre: eso no es música.

Pero basta darle play al cedé para comprender que la música continúa siendo un tren sin origen ni destino. Y que nosotros, sentados en una estación, únicamente esperamos su llegada.

En La Revancha del Tango, el golpe militar en Argentina y el capitalismo abrasador son temas que las letras de Cohen, Müller y Makaroff abordan desde una perspectiva crítica. Época, es un tema dedicado a los miles de desaparecidos; en Queremos paz, la voz del Ché Guevara revive sin el gastado tema de la revolución para aplicarse a un tema siempre vigente: “queremos construir una vida mejor para nuestro pueblo...independiente / queremos paz”.

Eva Perón, el icono social argentino, está presente en el electro-tango El Capitalismo foráneo a través de un sampleo de uno de sus discursos.

A pesar de su eclectisimo, el álbum logra transportar al escucha a los suelos de Buenos Aires, especialmente con dos temas: Santa María (del Buen Ayer) y Vuelvo al sur. Esta última es una composición de Astor Piazzolla, primer músico argentino que se atrevió a darle un rumbo diferente al tango, lo que le valió el desprecio de muchos y la admiración de otros.

Otros temas incluidos son Last tango in Paris, del saxofonista de jazz Gato Barbieri y Chunga’s Revenge del maestro Frank Zappa.

El mundo musical que habita Gotan Project es uno totalmente multicultural, en donde el tiempo y el espacio se funden en un instante. Recolecta las raíces africanas del tango y toma inspiración del folklore argentino, mientras resuena la intensidad urbana de Buenos Aires, con su melancolía, mujeres, vicios, determinación e el inmortal tango. Todo, sobre una espumosa base electrónica.

Pero los conciertos de Gotan Project van más allá de la música. Hay paredes transparentes, juegos de luces, bailarinas de flamenco, visuales de todo tipo y más. Es una experiencia de varios medios que traslada a otro nivel de conciencia donde distintas épocas musicales coexisten en armonía.

“La música que hacemos y los elementos visuales que incorporamos en nuestro show varían entre el pasado, el presente y el futuro”, afirmó Philippe Cohen Solal en una entrevista. “Tratamos de darle algo único al espectador”.

“Intentamos hacer algo con la máxima sinceridad posible. Realmente no esperábamos que nuestra aventura fuera exitosa. Por eso, al principio sólo lanzamos mil copias, porque sabíamos que no existía ningún artista que hubiera podido seducir al tango para entrar al mundo del dance. Pensamos: ‘Hay que ser precavidos y lanzar una pequeña cantidad de discos’, hoy, con alegría nos damos cuenta que nos equivocamos”, declaró Cohen Solal.

Si La Revancha del Tango, Gotan Project explotó ante el mundo como los tangueros del nuevo milenio. Su nuevo disco, Inspiración—Espiración, es la continuación del disco antes nombrado.

“Inspiración—Espiración es un tipo de compañero para La revancha… Este álbum da un vistazo más profundo a nosotros y nuestras fuentes de inspiración”, dice Philippe Cohen

Los sabedores afirman que un nuevo concepto ha nacido: Electrauthentica. Hasta siempre Gotan Project.