Gracias a la buena distribución de música electrónica, entiéndase el house facturado en Chicago y el techno procedente de Detroit, Sven pudo organizar en 1989, dentro su ecléctica programación del Omen, la primera noche semanal en Alemania dedicada exclusivamente a la música hecha en los Estados Unidos, a los sonidos más house y techno. La respuesta fue sorprendente y cada semana, gente de toda Alemania se desplazaba hasta Frankfurt por disfrutar y bailar al ritmo de una música que les debía mucho, pues seguramente ni el house ni el techno habrían llegado a Alemania si Kraftwerk no hubiesen llegado a Estados Unidos.Ese mismo año, sólo cuatro meses antes de la caída del Muro, dos jóvenes que frecuentaban las noches del Omen, Dr. Motte y Dj Kid Paul, alquilaron una furgoneta, le instalaron un sound-system y se pasearon por la principal arteria berlinesa seguidos de más de un centenar de ravers durante cuatro horas. En la furgoneta se podía leer la consigna : “Peace, Love, Unity & Respect for one another”. Aquellos dos chicos acababan de crear un hito en la historia de la música electrónica y también en la historia de la música en general, un hito quizás solo comparable al festival hippie de Woodstock, un hito que se dio a conocer bajo el nombre de: Loveparade.
Cuatro meses más tarde caería el Muro y el techno se convertiría en la banda sonora de la Alemania unificada. Corría por Alemania un aire de libertar como nunca se había visto y en aquel tiempo cualquier cosa era posible: desde fiestas techno ocupando los antiguos y monumentales edificios de la RDA [1] a raves en las oficinas centrales de la Politburó [2] de la Alemania del Este. En 1990, como consecuencia del imparable crecimiento de la demanda de música house y techno por parte de la juventud alemana, abrieron sus puertas dos clubes insignia del techno alemán: Tresor y E-werk. Fue estos dos clubes berlineses los que primero trajeron dj’s americanos para ponerse tras los platos. Jeff Mills y Blake Baxter convirtieron la noche berlinesa en una auténtica fiesta y bautizaron a toda una nueva generación de productores con su techno traído directamente desde Detroit. Así nació el eje Berlín-Detroit, indispensable en la música electrónica de los últimos diez años. Sin embargo Alemania, y exceptuando Kraftwerk y algunos experimentos de Sven Vath, carecía de una escena de productores y música electrónica propia. Sin embargo serían muchos de los jóvenes que acudían a menudo al Omen, donde Sven Vath instruía a una juventud en una mezcla de new wave, techno y pop electrónico, los que darían a Alemania su propia visión del techno: desde el trance más colorista al más oscuro y duro. Con la llegada de las raves, el acid-house y el éxtasis a Alemania, el trance alcanzó cuotas de popularidad increíbles. Y fue precisamente en Alemania donde se gestaron algunos de los himnos ravers más famosos de todos los tiempos: “Wonderland” de Vernon o “Acperience” de Olivier Bondzio aka Hardfloor.
[1] República Democrática Alemana. [2]Máximo órgano ejecutivo de distintos partidos políticos, especialmente comunistas.
Próximamente, bios...