19/11/07

Luciano y Ricardo Villalobos: Loveparade 2006


En 1987, antes de la eclosión de las raves y la llegada del acid-house, Alemania ya contaba con una escena electrónica, consecuencia lógica del gran éxito que Kraftwerk habían cosechado a nivel mundial durante la última década. Sin embargo debemos viajar desde Dusseldorf a Frankfurt para conocer a otra figura esencial para entender la música electrónica actual: Sven Vath. Tras una primera residencia en el club Dorian Gray y consciente de que la industria musical alemana estaba perfectamente preparada para la escena electrónica, Sven compra en 1988 el Club Omen en Frankfurt.
Gracias a la buena distribución de música electrónica, entiéndase el house facturado en Chicago y el techno procedente de Detroit, Sven pudo organizar en 1989, dentro su ecléctica programación del Omen, la primera noche semanal en Alemania dedicada exclusivamente a la música hecha en los Estados Unidos, a los sonidos más house y techno. La respuesta fue sorprendente y cada semana, gente de toda Alemania se desplazaba hasta Frankfurt por disfrutar y bailar al ritmo de una música que les debía mucho, pues seguramente ni el house ni el techno habrían llegado a Alemania si Kraftwerk no hubiesen llegado a Estados Unidos.Ese mismo año, sólo cuatro meses antes de la caída del Muro, dos jóvenes que frecuentaban las noches del Omen, Dr. Motte y Dj Kid Paul, alquilaron una furgoneta, le instalaron un sound-system y se pasearon por la principal arteria berlinesa seguidos de más de un centenar de ravers durante cuatro horas. En la furgoneta se podía leer la consigna : “Peace, Love, Unity & Respect for one another”. Aquellos dos chicos acababan de crear un hito en la historia de la música electrónica y también en la historia de la música en general, un hito quizás solo comparable al festival hippie de Woodstock, un hito que se dio a conocer bajo el nombre de: Loveparade.
Cuatro meses más tarde caería el Muro y el techno se convertiría en la banda sonora de la Alemania unificada. Corría por Alemania un aire de libertar como nunca se había visto y en aquel tiempo cualquier cosa era posible: desde fiestas techno ocupando los antiguos y monumentales edificios de la RDA [1] a raves en las oficinas centrales de la Politburó [2] de la Alemania del Este. En 1990, como consecuencia del imparable crecimiento de la demanda de música house y techno por parte de la juventud alemana, abrieron sus puertas dos clubes insignia del techno alemán: Tresor y E-werk. Fue estos dos clubes berlineses los que primero trajeron dj’s americanos para ponerse tras los platos. Jeff Mills y Blake Baxter convirtieron la noche berlinesa en una auténtica fiesta y bautizaron a toda una nueva generación de productores con su techno traído directamente desde Detroit. Así nació el eje Berlín-Detroit, indispensable en la música electrónica de los últimos diez años. Sin embargo Alemania, y exceptuando Kraftwerk y algunos experimentos de Sven Vath, carecía de una escena de productores y música electrónica propia. Sin embargo serían muchos de los jóvenes que acudían a menudo al Omen, donde Sven Vath instruía a una juventud en una mezcla de new wave, techno y pop electrónico, los que darían a Alemania su propia visión del techno: desde el trance más colorista al más oscuro y duro. Con la llegada de las raves, el acid-house y el éxtasis a Alemania, el trance alcanzó cuotas de popularidad increíbles. Y fue precisamente en Alemania donde se gestaron algunos de los himnos ravers más famosos de todos los tiempos: “Wonderland” de Vernon o “Acperience” de Olivier Bondzio aka Hardfloor.
[1] República Democrática Alemana. [2]Máximo órgano ejecutivo de distintos partidos políticos, especialmente comunistas.
Texto extraído de www.djsanroman.com
Este pequeño artículo, cuyo autor es NachoDuff, me gusto mucho, y, bueno, era el intro ideal para los próximos videos.
Luciano y Ricardo Villalobos@loveparade 2006


















Próximamente, bios...

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