22/10/07

Para conocer: Radioslave


Radioslave nace de la combinación del inmenso amor que le tiene Matt Edwards a la música de baile y, ante todo, de su inconmensurable morro. Me explico: con una potente carrera de entertainer musical a sus espaldas -residencia en el Milk Bar, en Ministry of Sound, en el Funky Buddah Lounge de Brighton, varios premios consecuentemente galardonados- Matt decide en un verano 2001 rendido a la canícula, al escote vertiginoso y mágico, al estribillo ultra adictivo (lalala, lalalalala, lalala...) de Miss Minogue -que él tampoco se puede sacar de la cabeza-, y que algo hay que hacer al respecto. Nuestro hombre se encierra en el estudio y, sustrayendo samplers de Roxy Music y de clásicos del disco, confecciona un remix absolutamente ilegal de 'Can't get you out of my head'. Plancha unas cuantas copias y las manda a nombres claves de su fornida agenda de contactos. Las radios y djs enloquecen: hype! El efecto bola de nieve está en marcha, la avalancha de remezclas no tarda en arrasarlo todo: le contactan los carnavalescos Fischerspooner, los housemasters X-Press 2, los mismísimos Neptunes o el efebo Justin Timberlake. Siguen Pet Shop Boys, Tiga, Hell, Carl Craig, Bob Sinclar, Justice o M.A.N.D.Y.Caso singular en la industria del baile, pionero y representativo de la nueva generación que se pasa media vida buscando archivos virtuales, consume los bootlegs por intravenosa, se dedica al bricolaje de bastard-pops y ha sacado la palabra sacrilegio de su vocabulario, Matt Edwards ha empezado muy tarde a confeccionar producciones propias, asimiló el oficio diseccionando temas ajenos. Y gracias también a los sustanciales ingresos económicos, funda su sello Rekids -también su otro seudónimo- y firma tracks definitivos como 'My Bleep' o el último 'Secret Base', piezas de baile oscuras de melodías hipnóticas y torturadas. Así que nos dejaremos esta noche masajear con mucho gusto por las expertas manos de Matt Edwards, cuya destreza estrujando la mesa de mezclas y cuya panorámica cultura musical -de Detroit a Chicago, de rock'n'roll a italo-disco, de dub a kraut-rock, de electro a punk-funk...- avalan el fulgurante recorrido de un disc-jockey auténticamente apasionado por su oficio. Como decía la gran Grace Jones: Slave to the rhythm.



1 comentario:

mixside dijo...

Pues suerte con la andadura amigo , y buen comienzo con el REY y "Live Soundtrack"
djsanroman.com